16.11.12

De la dependencia y las ganas de no dejar que dependan de ti.


If the sky that we look upon should tumble and fallOr the mountain should crumble to the seaI won't cry, I won't cry, no, I won't shed a tearJust as long as you stand, stand by me


Un par de hermanas de 6 y 10 años, respectivamente, se encuentran en la misma primaria; la más pequeña va atrasada con su velocidad de lectura respecto a sus compañeros, aunque no es la única, pues hay otros 21 niños en la misma condición que deben quedarse dos horas después de la salida. La de diez espera a su hermana como todos los días, afuera del salón de clases cuando el profesor a decirles que los niños deben estar hasta las tres de la tarde para regularizarse. Toma su mochila y comienza a tomar el rumbo a la puerta de la escuela; voltea y ve a su hermanita con ojos llorosos porque ésta va de salida. La mayor decide quedarse, muy a su pesar y haciendo muecas ya que le había dicho a otra compañera que jugarían al terminar las clases. La niña pequeña se reconforta de ver a su hermana en el árbol cercano a las canchas y pone especial atención al maestro para poder aprender a leer más rápido.

Afuera, la mayor está aburrida y molesta, ella no tendría por qué quedarse sólo por un berrinche de su hermana, sin embargo lo hace. Dan las tres de la tarde y dejan salir a la niña pequeña; la más grande está hastiada de no tener nada más qué hacer pues incluso terminó su tarea debajo de aquel árbol en el que estuvo dos horas. La primera sale corriendo y la abraza; la otra se pone renuente y se hace a un lado pero termina cediendo. Se tropieza una y la otra empieza a carcajearse. Se han olvidado de la espera.

- Mira lo que te hice, no lo leas en frente de mí porque me da vergüenza:

“Gracias por esperarme, te quiero mucho”.

Dibuja una sonrisa en su cara y despeina a su hermana guardando la nota en su lapicera, vuelven a casa y se pone a repasar el alfabeto con ella. 

No volvió a quedarse hasta tarde, la más pequeña ya sabe leer.



 Whenever you're in trouble...
Más importante que llamarse Ernesto, es elegir la banda sonora de tu vida.