1.8.13

Caucho.

Hay un pedazo de caucho en forma redonda, inflado con algún tipo de aire entre un terreno con hierba que no ha sido podada en largo tiempo. Es simplemente caucho en medio de la maleza de unos 10 centímetros de alto.

En ese momento pasa un montón de adolescentes que ven el caucho abandonado entre la nada. Comienza uno dominándolo, la pasa al de al lado y remata con el otro para darle un cabezazo'. El pedazo de caucho se convirtió en un balón y ha puesto en movimiento a todos; una cosa lleva a la otra. Comienza a llover y el movimiento se acelera; no huyendo de la lluvia pero sí jugando con ella.

Jóvenes; con vida, energía, ganas, ideas, sueños, imaginación y voluntad para cumplirlos. Porque cosas tan triviales como encontrar un balón; una laca; el momento ideal para una foto; el aislarte del mundo con un par de audifonos; el simular que tocas la batería mientras caminas a tu destino; el escribir en el aire en cursiva porque no puedes hacerlo en una libreta; el sonreír tontamente sin algún motivo; crear lo que ya está creado pero ahora a tu manera; todo puede hacer la diferencia.

El movimiento no es sólo físico; va desde la retina hasta el dedo que escribe en el aire y la fuerza que usas para gesticular cuando la canción que ibas tocando remata perfecto. El movimiento está incluso al respirar para exhalar y hacerte sentir que tus pulmones y tu corazón también se mueven.

El movimiento eres tú porque a final de cuentas, tú dominas el balón.

"Now, hit the road, Jack. And don't you come back no more, no more, no more..."

Pero ni para ver qué dejas atrás.

Más importante que llamarse Ernesto, es elegir la banda sonora de tu vida.