2.11.14

Colorín... colorado.

Después de tres días fue encontrado enredado entre sus cuerdas; una y otra, trenzadas, evitando que ese aire espeso que ya no quería respirar volviera a pasar a sus pulmones. Sus propios hilos fueron su verdugo y su salvador. Era libre al fin; ya nadie lo titiritaba.

Y la función; había terminado.

Más importante que llamarse Ernesto, es elegir la banda sonora de tu vida.